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lunes, 12 de septiembre de 2011

La policía va a pedir que se pare el fútbol en Caleta. Ayer balearon a un albañil pensando que era de una hinchada contraria

Juan José Liva, albañil correntino, trabajó ayer domingo para hacer unos pesos más. Cerca de las 16:30 horas volvía a su casa cuando en la calle Beghin, a metros de la terminal de transportes, se topó con un grupo de muchachos que hacían cánticos futboleros, varios de ellos vestían la camiseta de rayas azules y blancas del Catamarca Fútbol Club.
Según habría declarado luego el albañil, en un momento siente un estallido seco y un agudo dolor en un dedo índice. Una bala le había dado en la mano. El hombre habría asegurado que el proyectil provino del grupo de hinchas, pero no pudo ver cuál fue el individuo que disparó.
Al parecer al albañil lo habían confundido con un hincha del club Olimpia, justo en esa zona donde suelen congregarse los fanáticos de aquel club rival, en el barrio “blanco” o Malvinas Argentinas.
El desafortunado Liva se trasladó al Hospital Zonal donde le curaron la herida. De milagro la bala de plomo no alcanzó algún órgano vital. Al rato fue dado de alta.
La policía está investigando al autor de ese atentado con arma de fuego.
Pero allí no terminó la tarde para los barrabravas. El partido había empezado cerca de las 16 horas, entre Catamarca y el club Marcelo Rosales. Los hinchas habían llegado más de media hora tarde, pero lo mismo se quedaron a ver el espectáculo en la cancha del club Estrella del Sur, en el barrio Ceferino.
Hasta ahí todo normal. Incluso los “catas” ganan el partido. Los hinchas se retiraron de la cancha, pero los policías de la seccional Segunda –con sede en barrio Unión-, conocedores de las actitudes de algunos de los integrantes de ese conjunto de jóvenes, realizaron un seguimiento para contener disturbios hasta que llegasen a sus moradas (parte de esta hinchada conocida como “la 22” vive en el barrio Gregores).
Entonces el dispositivo policial “acompaña” a la hinchada por calle Santa María, Malvinas Argentinas. Al llegar al sector del playón de la Unión Vecinal del barrio Perito Moreno, algunos comenzaron a lanzar cosas a los policías, y es entonces cuando sucede el primer enfrentamiento. Los uniformados dispersaron al grupo lanzando gases lacrimógenos.
Aunque, lejos de tranquilizar los ánimos, los hinchas se alteraron más, y en el sector cercano al club San Jorge se volvían más agresivos, lanzando improperios a los uniformados con casco y escudo que los iba siguiendo.
Uno de los hinchas, incluso, se las tomó con un remis –un auto Corsa- que pasaba casualmente por el lugar y le rompió un vidrio. Al ver ese ataque, otra vez los policías buscan disgregar al grupo, usando los gases lacrimógenos.
Fue una marcha de idas y venidas, de corridas, de gritos, piedras, y mucha violencia. Lo más preocupante es que ya hay algunos hinchas –y no sólo del club mencionado- que usan armas de fuego, que van a las canchas alterados y dispuestos a meter bala de plomo a una barra rival.
El fin de semana pasado, también hubo otra persona baleada por una hinchada. Esa vez habrían sido los de Olimpia que dispararon con arma y la bala dio en la pierna de una chica. Sucedió en cercanías a la cancha de Estrella Norte, después del partido –suspendido por la violencia de las barras- entre Olimpia y Catamarca.
Extraoficialmente se supo que las autoridades de la fuerza de seguridad pedirán informes y explicaciones a la Liga Norte de Fútbol por el diseño del cronograma y de los lugares donde se juegan determinados partidos
Es que hay algo que se sale del sentido común. Esta vez Catamarca jugó de local en la cancha de Estrella del Sur. Se sabe que para llegar a ese campo de juego la hinchada tiene que pasar por el barrio Malvinas, que es la zona donde se juntan siempre los integrantes de la barrabrava de Olimpia. Entre ambas parcialidades hubo antecedentes de enfrentamientos muy violentos, como ya se contó.
El comisario Néstor Coney es el titular de la Comisaría Segunda que tiene jurisdicción donde sucedieron todos los hechos relatados aquí. Se supo que él irá hoy a hablar con sus superiores de la Unidad Regional Norte, informará de la situación que se reitera todos los fines de semana. Si esto sigue así, se teme lo peor (¿Qué haya un muerto?). Hubo dos baleados a la salida de las canchas en estas dos semanas.
La gran pregunta es: ¿quién o quiénes van a ver un partido de fútbol local con un arma de fuego escondida entre sus ropas?

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