Situación. Hay comunicación permanente y estuvo en La Paz una misión chilena
Aunque el diálogo político está congelado, el canciller David Choquehuanca informó que hay comunicación permanente con Chile y que una misión estuvo en La Paz para ver el tema tarifas portuarias, por lo que abogó por seguir afianzando la confianza mutua bilateral.“El otro día nos visitaron autoridades de la Cancillería de Chile para ver las tarifas portuarias, estuvimos con sectores empresariales, entonces existen conversaciones”, explicó la autoridad, poco después de una reunión entre el presidente, Evo Morales, y el expresidenciable chileno, Marco Enríquez-Ominami, en el Palacio de Gobierno.
Los puertos de Arica e Iquique, en el norte del vecino país, son las vías con mayor movimiento de carga de importación y exportación boliviana. Sólo en Arica, el 2010, se movilizó 1,2 millones de toneladas de carga nacional, que representó el 73% del movimiento en el puerto, según datos de la Empresa Portuaria Arica (EPA).
El presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Goran Vranicic, consideró que los puertos de Chile son “importantes” para el comercio nacional. “Arica e Iquique, ante la ausencia de otros puertos, son vitales”, enfatizó.
De acuerdo con el Tratado de 1904, los bolivianos deberían tener libre tránsito por los puertos chilenos. El Canciller denunció el 4 de abril que Chile incumple y obstaculiza el libre tránsito porque no está habilitada la vía férrea Arica-La Paz. Además, la administración de los puertos pasó a manos privadas.
También explicó en ese entonces que el transportar una tonelada de carga por tierra cuesta 15 dólares, mientras que por tren llegaría a sólo dos dólares. Choquehuanca no dio detalles ayer de los aspectos tratados en la reunión con la misión chilena.
La delegación de la Cancillería llegó a La Paz en momentos en los que Morales anunció que en el reciente viaje a China gestionó apoyo para la construcción de la vía férrea interoceánica, que partirá de Puerto Suárez hasta el puerto de Ilo.
Perú cedió, por 99 años a los bolivianos, un terreno de cinco kilómetros en Ilo para constituir una zona económica especial, en la que se encuentra un punto de atraque. En octubre del 2010, el acuerdo bilateral fue reimpulsado y Morales comprometió esfuerzos para desarrollar la zona.
Enríquez-Ominami, por su parte, admitió que la crisis bilateral influirá de forma negativa en la economía de Arica e Iquique. “La economía del norte de Chile también tiene mucho que decir, porque depende de la relación con Bolivia”, expresó el expresidenciable, quien en los últimos días participó de un encuentro con exautoridades bolivianas para analizar la relación boliviano-chilena.
Desafío. El Canciller destacó la importancia de afianzar la confianza mutua en diferentes frentes, por lo que planteó a los empresarios privados de ambos países concretar reuniones tendientes a consolidar acuerdos comerciales.
“Estamos en la construcción de la confianza, para eso debe haber más encuentros, por ejemplo, entre parlamentarios”, sostuvo.
Ambos países iniciaron el 2006 un proceso de diálogo sobre una agenda de 13 puntos, en la que está inserta la temática marítima. En el afán de construir la confianza mutua, autoridades militares, legislativas y otros sectores de la sociedad sostuvieron encuentros con sus pares chilenos.
El 23 de marzo, Día del Mar, Morales dio un giro a la política marítima y anunció la decisión de llevar a tribunales internacionales el diferendo marítimo, ante la falta de propuesta de solución chilenas.
El diálogo fue congelado y Chile condicionó su retorno a la mesa de conversaciones a que Bolivia desista de su demanda. Choquehuanca reiteró ayer que la reanudación del diálogo depende de Santiago. “La reunión de la Comisión Mixta, que se reunía dos veces al año, ha sido cancelada por Chile unilateralmente (...). Nosotros estamos esperamos la convocatoria”, sostuvo.
Visita a Enríquez Ominami
Saludo
El canciller David Choquehuanca y el excónsul de Bolivia en Santiago, Walker San Miguel, fueron ayer por la mañana al hotel donde se alojó el expresidenciable chileno, Marco Enríquez-Ominami, para entregarle presentes. Uno de los regalos que entregaron a la comitiva chilena fue el libro Las tensiones creativas de la revolución. La quinta fase del proceso de cambio, escrito por el vicepresidente Álvaro García. Enríquez-Ominami participó, junto a otros políticos de su país, en el Encuentro Político Binacional Bolivia-Chile ‘Construyendo una mirada común’. La fundación Friedrich Ebert auspició el encuentro.
Expresidenciable abogará por el diálogo
Tras reunirse con el presidente Evo Morales, el expresidenciable chileno Marco Enríquez-Ominami afirmó ayer que colaborará para que Bolivia y Chile retomen el diálogo. Opinó que el tema marítimo debe ser la base de la negociación bilateral.
“Hay que crear las condiciones para que ese diálogo sea fructífero. Eso está en la tabla (agenda de 13 puntos), un diálogo sin exclusiones”, aseguró Enríquez-Ominami, quien quedó en tercer lugar en las elecciones chilenas del 2009. Sebastián Piñera ganó los comisiones de ese entonces.
Destacó que el tema marítimo, incluido en la agenda bilateral, debe ser “la base” de la negociación. “A partir de ese punto se pueden avanzar en los otros”, dijo. Enríquez-Ominami fue candidato independiente a la Presidencia de Chile. Obtuvo el 20 por ciento de respaldo en las elecciones. También fue diputado del Partido Socialista (PS) de Chile.
El canciller David Choquehuanca, por su parte, calificó al visitante chileno como una persona de “buen corazón” y con “gran peso político” en Chile. “Tenemos una idea de que él representa una opinión importante en Chile”, afirmó la autoridad.
El exsenador chileno Carlos Ominami, quien adoptó a Marco Enríquez-Ominami, dijo que “el conflicto marítimo es un obstáculo para que América pueda integrarse con mucha más fuerza en un concierto mundial que está inestable y volátil”. Miguel Enríquez Espinoza, asesinado en la dictadura de 1974, fue el padre biológico del expresidenciable
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