En una jornada en la que se activaban varios conflictos sociales en el país, el arzobispo de Cochabamba, Tito Solari, pidió ayer paz para Bolivia, reconciliación y consuelo, como sostiene el eslogan elegido para esta versión: “Con María de Urkupiña vamos al encuentro del hermano”.
Solari hizo este llamado en la misa central de la fiesta de la Integración Nacional en el atrio del templo de San Ildefonso y la plaza 15 de Agosto, donde se congregaron las principales autoridades del país, entre las cuales se hallaba el presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales, además de otros políticos, sobre todo del oficialismo, y una multitud de feligreses, que agitaban pañuelos blancos, encendían velas y aplaudían el mensaje de paz.
El solemne ambiente, sin embargo, fue precedido por los abucheos con los que algunos grupos de personas recibieron el ingreso de las autoridades, encabezadas por Morales; el gobernador de Cochabamba, Edmundo Novillo; el alcalde de Cercado, Edwin Castellanos; la alcaldesa de Quillacollo, Carla Lorena Pinto, concejales, ministros y otros. El Arzobispo, en tanto, prosiguió con su mensaje de paz.
“Debe entrar en nuestros corazones la reconciliación, la paz, ese consuelo. Todos elevamos nuestra mirada a la madre. Esta allá arriba y está acá con nosotros... Es difícil, es muy difícil, pero hay que separar las barreras. En primer lugar está tú hermano y debes acercarte dejando atrás lo que te divide y separa de él. El hombre vive, se realiza y es feliz cuando ama, cuando se acerca al otro”, dijo Solari.
El mensaje del principal pastor de la Iglesia Católica en Cochabamba, alternado con la interpretación de temas religiosos por parte de la cantante tarijeña Enriqueta Ulloa, fue recibido con un aplauso, a lo que él replicó que ese gesto debe ser para reanimar el espíritu y para poner en práctica el mandato del evangelio. La misa finalizó conminando a los presentes a pensar a quién irían a buscar primero, luego de la misa, para hacer posible esa reconciliación.
Posteriormente se realizó la procesión con la participación de las autoridades que ni bien dieron una vuelta a la plaza 15 de Agosto, salieron intempestivamente del lugar. Antes de ello, Morales se declaró católico y pidió a la Virgen por la unidad de Bolivia. La alcaldesa de Quillacollo, Carla Lorena Pinto, fue la única que habló con los medios y agradeció la presencia del Presidente y de los visitantes extranjeros.
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