Daniela Loayza y su madre, María Elena Fernández, se volvieron a ver en el Consulado argentino en Villazón y el encuentro "fue muy emotivo y afectuoso. Nos conmovió a todos", según declaró la cónsul argentina en la ciudad boliviana, Reina Sotillo.
“Estuvo un día entero con nosotros y le dimos atención como a una hija”, reveló la jefa de esa dependencia a la agencia. La Cónsul aseguró que durante las horas que estuvo en esa dependencia, Daniela evitó referirse a la situación que vivió, y que pasó el día "escribiendo y dibujando". Daniela "se refirió más bien a las cosas que le gustaría hacer, pero sobre el viaje no quiso hablar", sostuvo Sotillo.
De regreso. La adolescente viajaba de retorno a Argentina la mañana de ayer junto a su madre y autoridades nacionales y policiales en un vuelo especial dispuesto por el Gobierno con la presencia del comisario Ricardo Arancedo, de la División de Delitos Contra Menores.
Identifican al sospechoso. Según fuentes de la investigación, el principal sospechoso del secuestro de la menor es el hermano de su padrastro, un hombre de 30 años, identificado por la policía como Juan Francisco Contreras Silio, que tiene antecedentes penales por abuso sexual y estuvo detenido en el penal de Ezeiza.
Ahora los investigadores están abocados a encontrar a este hombre y poder hablar con Daniela para que declare cómo fueron los hechos.
El caso desnuda la falta de control fronterizo. En la localidad de La Quiaca, Argentina se encuentra el último control para acceder a Bolivia. Allí, Gendarmería y la Aduana del vecino país tienen el punto de control definitivo para el ingreso y custodiado las 24 horas con fuerzas de seguridad nacional. ¿Cómo una niña de 13 años, que era llevada contra su voluntad por un tío, pasa la frontera sin ningún inconveniente? es la interrogante que se hacen las autoridades argentinas al tiempo de iniciar las investigaciones.
“Estuvo un día entero con nosotros y le dimos atención como a una hija”, reveló la jefa de esa dependencia a la agencia. La Cónsul aseguró que durante las horas que estuvo en esa dependencia, Daniela evitó referirse a la situación que vivió, y que pasó el día "escribiendo y dibujando". Daniela "se refirió más bien a las cosas que le gustaría hacer, pero sobre el viaje no quiso hablar", sostuvo Sotillo.
De regreso. La adolescente viajaba de retorno a Argentina la mañana de ayer junto a su madre y autoridades nacionales y policiales en un vuelo especial dispuesto por el Gobierno con la presencia del comisario Ricardo Arancedo, de la División de Delitos Contra Menores.
Identifican al sospechoso. Según fuentes de la investigación, el principal sospechoso del secuestro de la menor es el hermano de su padrastro, un hombre de 30 años, identificado por la policía como Juan Francisco Contreras Silio, que tiene antecedentes penales por abuso sexual y estuvo detenido en el penal de Ezeiza.
Ahora los investigadores están abocados a encontrar a este hombre y poder hablar con Daniela para que declare cómo fueron los hechos.
El caso desnuda la falta de control fronterizo. En la localidad de La Quiaca, Argentina se encuentra el último control para acceder a Bolivia. Allí, Gendarmería y la Aduana del vecino país tienen el punto de control definitivo para el ingreso y custodiado las 24 horas con fuerzas de seguridad nacional. ¿Cómo una niña de 13 años, que era llevada contra su voluntad por un tío, pasa la frontera sin ningún inconveniente? es la interrogante que se hacen las autoridades argentinas al tiempo de iniciar las investigaciones.
30 Años. Es la edad del principal sospechoso del secuestro de la adolescente.
Ahora buscan al que secuestró a la niña
Los investigadores tenían los teléfonos de la familia intervenidos y así pudieron dar con el lugar exacto donde se encontraba la menor .
Ref. Fotografia: La menor desapareció la mañana del 7 de septiembre cuando iba a la escuela de Villa Lugano
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