jueves, 3 de mayo de 2012

Violencia en conflictos se centra en Cochabamba

La Central Obrera Boliviana, que rechazó el incremento salarial, tiene previsto realizar hoy un ampliado nacional para definir medidas de presión

Policías gasifican a trabajadores en salud en Parotani, ayer. - Daniel  James Los Tiempos
Policías gasifican a trabajadores en salud en Parotani

Represión, gasificación, bloqueos, marchas, detenidos y heridos marcaron ayer la nueva jornada de protestas protagonizada por trabajadores en salud, médicos y estudiantes de medicina en rechazo al Decreto 1126, que restablece la jornada laboral de ocho horas en los servicios públicos de salud.


En Cochabamba, al menos tres trabajadores en salud resultaron heridos y otros 14 fueron detenidos por la Policía durante el desbloqueo de la carretera que une Cochabamba con Oruro, en la zona de Parotani.


Mientras, en La Paz manifestantes que se concentraron frente al edificio del Ministerio de Salud fueron gasificados y dispersados por la Policía. Por otra parte, el estallido de un gas lacrimógeno en uno de los pisos de la Facultad de Medicina –allí se encontraban en huelga de hambre médicos y estudiantes– causó pánico y los ayunadores tuvieron que ser evacuados. El Ministerio de Gobierno deslindó responsabilidades de la Policía en ese hecho y ordenó una investigación.


En Santa Cruz, se encuentran en estado de afronte policías y salubristas, quienes desde la madrugada cerraron la carretera que une ese departamento con Beni, en la zona de Pailón.


Los trabajadores en salud, ante la falta de atención del Gobierno a sus demandas, a pesar de las cuatro semanas de marchas y huelgas que llevan adelante exigiendo su inclusión a la Ley General del Trabajo y el pago por la reposición de dos horas más a la jornada laboral que establece el Decreto Supremo 1126, decidieron radicalizar sus medidas de presión a partir de ayer con el bloqueo de caminos.


En Cochabamba, cerca del mediodía, la Policía —con el uso de gases lacrimógenos— desbloqueó la carretera hacia Oruro, que desde las 9:00 se encontraba cerrada por los salubristas. Ante la intervención policial, los salubristas respondieron con piedras y huyeron a los cerros y por el río, pero muchos —la mayoría mujeres— fueron atrapados por los policías y trasladados a celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Quillacollo.


Al promediar las 17:00, en medio de la presión de sus compañeros que se apostaron en puertas de la Policía, los 14 arrestados —11 mujeres y tres varones— fueron puestos en libertad, con la condición de que se presenten en la Fiscalía el 10 de mayo próximo para responder a los cargos de desorden público y alteración del tránsito vehicular.


La secretaria de Conflictos de la Federación de Trabajadores en Salud, Emma Dakduki, quien estaba entre los arrestados, denunció abusos por parte de los efectivos policiales. “Arrastraron a las mujeres, nos han jaloneado, gritaban palabras soeces”, relató.


Los tres heridos, dos mujeres y un varón, fueron trasladados hasta el hospital Viedma. Germán Soliz, uno de los heridos, relata que ellos pidieron a la Policía dejarles bloquear hasta las 14:00, pero los uniformados les dieron cinco minutos y, como se negaron a hacerlo, sin darles tiempo, empezaron a lanzar gases “como metralleta” y todos escaparon como pudieron.


Cuenta que él saltó desde el puente al río y en la caída se lastimó la columna. Inmovilizado en una de las camas de Emergencias del hospital Viedma, dice que los policías arrastraron y subieron a los vehículos a las mujeres que no pudieron escapar, a los otros les persiguieron por el cerro y el río, y desde allí —a rastras y empujones— los trajeron hasta el vehículo.


Soliz, así como Flora Sejas otra de las salubristas que llegó al hospital Viedma afectada por los gases lacrimógenas, sostienen que lo único que piden es la incorporación de este sector a la Ley General del Trabajo a cambio de las ocho horas de jornada.


“Hemos aceptado las ocho horas de trabajo, pero exigimos que nos incorporen a la Ley General del Trabajo, pero el Gobierno no nos escucha. No sabemos qué tiene el Gobierno en contra de nosotros. Los gases nos llegaron como lluvia. Nunca más Evo”, expresó doña Flora.

Gobierno y estudiantes
El ministro de Salud, Juan Carlos Calvimontes, informó ayer que cursó invitaciones a estudiantes y autoridades universitarias del país para dialogar, hoy en Cochabamba, sobre la docencia asistencial y aclarar el tema que genera conflicto.
“Reiteramos una vez más que no existe ningún motivo para que los estudiantes de ciencias de la salud se movilicen", dijo el Ministro al reiterar la vigencia del Decreto Supremo 1126 y que esta norma no perjudica la docencia asistencial.
Johan Herbas, dirigente estudiantil de la UMSS, confirmó la recepción de esa invitación y la asistencia a la misma de representantes de las universidades estatales del país. “En el encuentro vamos a hacer conocer las demandas estudiantiles, como la docencia asistencial, los cobros en las prácticas hospitalarias”, dijo.
Los estudiantes de las facultades de medicina se sumaron a las protestas de médicos y trabajadores en salud en rechazo al Decreto 1126 y su reglamento, porque en su criterio anula la docencia asistencial.

USO DE NIÑOS
Al menos dos niños, de cinco y seis años, fueron utilizados este miércoles por sus padres que son trabajadores en salud en un acto de crucifixión en inmediaciones del Hospital de Clínicas del barrio paceño de Miraflores.
"Yo apoyo a mi mamá", decía el cartel que utilizaba una menor.
"Ya no sabemos qué más hacer para conmover al Gobierno, para que nos escuche y atienda nuestro pedido de ser reconocidos por la Ley General del Trabajo", dijo la mujer.
El Defensor del Pueblo y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) censuraron ese hecho y pidieron a los papás no involucrar a los menores en las protestas que llevan adelante.
Unicef subraya que todo involucramiento de niños, niñas y adolescentes en movilizaciones sociales les expone a riesgos en su integridad física y emocional.

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