Una indígena maniatada es vigilada por dos policías, ayer cerca de Yucumo. - El Deber | Agencia
La fuerza policial se impuso ayer –y de forma violenta– en la marcha de los indígenas que se oponen a la construcción de la carreta que atraviesa el corazón del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis). Hay heridos, detenidos, protestas en varios puntos del país, el reporte de niños desaparecidos y la información no confirmada de un bebé fallecido a raíz de la ihalación de gases lacrimógenos.
Unos 500 uniformados recibieron la orden para intervenir a los marchistas y detener a los dirigentes de esta movilización iniciada hace 41 días.
Las reacciones de condena por la intervención policial y por la violencia ejercida se dieron en forma inmediata desde varios sectores.
Esta intervención ocurrió un día después de que el canciller David Choquehuanca fuera obligado a romper el cerco policial que impedía que la marcha continúe.
En horas de la tarde, el Subcomandante de la Policía Nacional, general Óscar Muñoz, dijo que se cumplieron dos acciones: una la intervención de la marcha indígena, "en función de un requerimiento fiscal", y otra la intervención a la vigilia de los campesinos interculturales que se encontraban bloqueando la carretera para abrir la ruta y dejarla expedita.
Por la noche, los pobladores de San Borja salieron a bloquear el puente de ingreso a esta localidad beniana, para evitar que los buses con los indígenas —obligados a retornar a sus lugares de origen tras la violenta represión policial en San Lorenzo— pasen por esta zona.
En La Paz y Cochabamba hubo reacciones de la ciudadanía que al conocer la noticia salieron a las calles para hacer vigilias.
Según el relato de los periodistas de El Deber que fueron al lugar, los 500 efectivos de la Policía reprimieron a golpes y con gases al campamento de la marcha indígena. Luego de la refriega, que comenzó a las 17:30 de ayer, el contingente policial rodeó al campamento de los marchistas y detuvo a dirigentes del movimiento originario.
Los uniformados chocaron con unos 50 guardias indígenas y los superaron con facilidad hasta avanzar a su refugio ubicado a 500 metros del puente San Lorenzo de Yucumo.
El operativo dejó un saldo indeterminado de heridos, aunque la Policía sostiene que son 15. Entre los más afectados estuvieron los niños de meses y las mujeres que sufrieron el efecto de la saturación de gases lacrimógenos en el lugar.
Una niña de meses quedó inconsciente y fue auxiliada por veedores de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia. Muchos marchistas fueron reducidos a golpes antes de ser subidos a las movilidades policiales, uno de ellos Gabriel Tórrez, marchista de la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (Cepilap), llegó de emergencia al hospital municipal de San Borja, desangrándose y con graves heridas en la cabeza.
En San Lorenzo cargaron en cuatro buses y seis camionetas a algo más de 700 marchistas y los enviaron sin darles explicación de su paradero. Pedro Nuni, diputado indígena por el MAS fue detenido y cargado a la fuerza en una camioneta de los uniformados.
“La marcha indígena va a continuar”, gritó lloroso y contuso por golpes recibidos. Se ha conocido que algunos dirigentes indígenas, entre ellos Adolfo Chávez, presidente de la Cidob, fueron rescatados y están en la clandestinidad. No se ha sabido de la suerte del máximo dirigente guaraní, Celso Padilla, ni del presidente de la subcentral del Tipnis, Fernando Vargas.
Represión
Se vio pasar a los buses cargados de indígenas, varios de ellos maniatados y con vestigios de golpes. La prensa fue golpeada por la Policía. Uno de los afectados fue el reportero de Radio Fides, que fue sacado a empellones por los uniformados cuando este trató de registrar imágenes de la bebe desmayada por los gases.
Pese a ello, el general Muñoz indicó que se daba garantías a los periodistas. El director nacional de Régimen del Interior, Boris Villegas, no quiso explicar los fundamentos de la represión. Sin embargo, en el lugar se vio a policías vestidos de civil filmado el operativo, de quienes se presume eran efectivos de Inteligencia del Estado.
Entre los detenidos figura también Víctor Hugo Párraga, presidente cívico de San Borja, que fue cargado a un bus maniatado igual que otros marchistas.
Esto caldeó los ánimos de la población de San Borja que bloqueó y enfrentó a la Policía cuando trataba de ingresar con sus buses y camionetas hasta el pueblo. Hubo duros choques entre cívicos borjanos y policías, lo que hizo retroceder a los uniformados en dirección a Yucumo. Se dijo que los buses fueron llevados hacia La Paz, aunque esta versión no se pudo corroborar. Este segundo incidente sucedió desde las 19:00 de anoche, al calor de gases y llantas ardiendo en el ingreso a San Borja.
La intevención policial causó varias reacciones en el país
VigiliasEn la ciudad de La Paz se instaló una vigilia, al igual que en la calle 25 de Mayo de Cochabamba.
Brutalidad
PAT mostró imágenes de cómo un grupo de policías golpea a un dirigente y le pone cinta en la boca.
Reacción
El Defensor, instituciones y políticos manifestaron su protesta. La ONU pidió detener la violencia.
Alerta
En San Borja repicaron las campanas después de conocerse la gasificación y la magnitud de la violencia
Consulta
Evo Morales anunció ayer un referéndum en Cochabamba y Beni para decidir si se construye o no la ruta
Segundo frente de choque
Los originarios fueron sorprendidos por el contingente policial en su campamento la tarde de ayer, después de que un grupo de uniformados abrió un segundo frente de contingencia un kilómetro antes de Yucumo. Del otro lado, el segundo cordón policial intervino a los marchistas que acampaban cerca del puente San Lorenzo.
Fernando Vargas, presidente de la subcentral del Tipnis, acompañado de guardias indígenas reclamó a la Policía por el movimiento irregular realizado en la zona con el pretexto de renovar guardias. “Quieren asfixiar a la marcha, van a reprimir”, les anticipó. No se conoce del paradero de Vargas.
“Hemos tenido que realizar la primera intervención en la marcha indígena con el respectivo requerimiento fiscal”, sostuvo el general Muñoz, mientras los hombres y mujeres verde olivo cargaban a mujeres y niños llorando, aterrorizados por los gases. Los indígenas habían respondido con flechas y piedras a la Policía, pero no hicieron frente a los efectivos.
La violenta represión policial sucedió el mismo día que el ministro de la Presidencia, Carlos Romero, invitó en la mañana, vía fax, a dialogar en La Paz con el Gobierno a 20 miembros del comité político de la marcha, a partir de las 20:00. Antes de que los indígenas dieran su respuesta, llegó la intervención.
Alejandro Almaraz, ex viceministro de Tierras, se declaró en la clandestinidad junto a un grupo de 50 marchistas indígenas que huyeron al monte. Desde allí Almaraz se pronunció vía teléfono y llamó a todo el país a defender a los indígenas y al régimen democrático. “La marcha va a continuar por el monte, pero vamos a llegar a La Paz”, dijo Almaraz.
Vilma Romero, veedora del Alto Comisionado Para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, y su compañera sufrieron el ardor de los gases. “Esto es increíble”, dijo conmovida, envuelta en llanto por la pena y por los agentes químicos. “Es una arremetida contra los indígenas, sin precedentes”, calificó la religiosa española Amparo Carvajal, que estuvo en medio de la represión como veedora de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia.
Convocarán a referendo
El presidente Evo Morales anunció el domingo en la localidad de San Antonio, donde se reunió con al menos 16 pueblos nativos del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), la convocatoria a un referendo en los departamentos de Beni y Cochabamba para que aprueben o rechacen la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, por ese parque nacional.
El Jefe de Estado garantizó también la promulgación de una ley drástica contra los asentamientos en ese parque y anunció que se desalojará a los colonos que se asentaron ilegalmente en algunos puntos del Tipnis.
"Vamos a consultar a los dos departamentos mediante un referéndum. Ellos que digan si o no, eso es lo que yo siempre digo, mandar obedeciendo al pueblo. Si ellos dicen sí hay que hacer un estudio por donde será ese camino, más factible, más directo, más sólido, que no haga mucho daño al medio ambiente", anunció en su discurso.
Morales anunció el referéndum después de escuchar a los representantes de esos pueblos indígenas, que respaldaron la construcción de la carretera por el parque nacional, pero exigieron una ley de protección para evitar el asentamiento de colonos, además de otros pedidos para el desarrollo de su región.
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